A
todo el mundo le gustaría vivir en un mundo mejor pero muy pocos están
dispuestos a hacer algo por llegar a ese fin. Pero hay medidas mucho más
sencillas de lo que pensamos que pueden lograr hacer del mundo un lugar mejor.
A
pesar de que todos queremos un mundo mejor las soluciones parecen ser muy
complicadas o requieren un esfuerzo mayor del que estamos dispuestos a dar.
Pero no es necesario irse a África a ayudar a quienes no tienen nada, o donar
la mitad de tus ganancias anuales a una familia pobre para poder mejorar el
planeta.
Hay
medidas muy sencillas al alcance de todos y que requieren tan solo un poco de
esfuerzo por nuestra parte.
Si
cuando se nos presentara una decisión escogiéramos todos siempre la que beneficiara
a otro en vez de a ti, habría otra persona en la misma situación que también a
escogido a tu favor en vez del suyo. Dado que esto sería ir hasta el extremo y
el ser humano suele ser egoísta por naturaleza os propongo tan solo que cada
día intentéis sacrificaros un poco por otra persona.
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